El 99 por ciento de quienes van a los estadios alguna vez sintieron bronca porque se perdieron una jugada interesante, ya sea porque en ese preciso momento se atravesó de sopetón el señor que vende los dulces o el hincha mañoso que para ganar espacio - y de paso la atención de los demás- pide permiso con la autóctona expresión “aguardiente, aguardiente”. Ante todo esto a veces es mejor quedarse en la casita y ver los partidos por TV.
Bueno, en el caso concreto de una final no tanto, salvo que se trate de un juego entre dos clubes que para nada son de sus afectos o de alguna contienda internacional. Yo no sé ustedes, pero en mi caso debo admitir que la televisión ha mejorado muchísimo en las transmisiones de fútbol.
Por eso me tomé el atrevimiento de presentarles este ejercicio de cómo vi la final (juego de vuelta) de la Copa Mustang II 2008 entre América y Medellín por TV. Imágenes que solo usted puede ver sentado frente a un televisor, diálogos que puede descifrar, repeticiones al instante. Algo así como estar sentado junto a los protagonistas.
Leamos pues lo que resultó (por fa, me cuentan abajo en el espacio para comentarios o también al correo ):
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Pillados in fraganti
Omar Pérez y Wílmer Parra no terminaron los 90 minutos. El primero, por expulsión, y el segundo abandonó el campo de juego para darle paso a Hárrison Otálvaro. Lo curioso es que en el intermedio ambos jugadores quedaron al descubierto por la cámara en el preciso momento que intercambiaban sus camisetas. Quienes estudian la semiología en el cine lo llaman índice tenue, o sea, señal de algo que no tiene importancia al principio y que al final cobra fuerza.
Jackson Martínez y Jong Hárold Viáfara también intercambiaron algo. No fueron propiamente camisetas: un par de empujones y algunas palabras de grueso calibre, motivo suficiente para que el árbitro Óscar Julián Ruiz los amonestara durante el primer tiempo.
Un diálogo, como quien dice matizado por chistes irónicos, se observó entre los jugadores del Medellín Danilson Córdoba, Jamell Ramos y Aldo Bobadilla con el árbitro Óscar Julián Ruiz. Estaba claro que los futbolistas le reclamaban algunas decisiones. No hubo alegato, más bien algunas sonrisas, eso sí, sarcásticas.
Pillado quedó Diego Gómez, ex portero de América, Pasto, Tolima, Medellín, entre otros. Diego no se quería perder el festejo de la estrella 13 y cuando la transmisión de Telmex hablaba con Paulo César Arango de la nada apareció, gozando de la dicha, para abrazar a su amigo. El veterano futbolista vestía una camiseta de América con el número 9.
Gracias a la “repe”
Como yo no soy hincha de América y tampoco del DIM no identifico claramente a sus jugadores. En el primer gol del partido, obra de Diego Álvarez, quedé con la duda de si el defensa que lo marcaba en el momento del remate era Pedro Tavima. Los comentaristas tampoco lo confirmaban hasta que la bendita repetición, pausada y en primer plano como me gusta, efectivamente me sacó de la duda.
Para despejar inquietudes no hay nada mejor que la repetición y en este caso saber ¿qué tan grande fue la culpa de Aldo Bobadilla en el primer gol de América? Las repeticiones de la acción efectivamente muestran que al meta paraguayo del Medellín le faltó más reacción, pero también quedó en evidencia que el balón picó inesperadamente.
Historias paralelas
Jamell Ramos tendrá ingratos recuerdos de esta final. El lateral de Medellín estuvo cerca de convertir un gol en Cali (también en el juego de ida cuando estrelló el balón en el palo) y lo hizo, aunque en su propia puerta.
Antes Ramos pudo hacer el 1-2 para su escuadra con un derechazo que Adrián Berbia sacó a córner. Lo curioso aquí es que la cámara alcanzó a registrar al señor de logística que luchaba afanosamente para cuadrar una publicidad de Pastas La Muñeca.
A ver qué hacen los DT
En el segundo gol de América (autogol de Jamell Ramos) todo el estadio era una algarabía. Fiesta total y el técnico Umaña, quien tres minutos antes salió a reprender a sus dirigidos –algo poco usual en él-, descansaba mansamente en el banquillo técnico junto a Alex Escobar.
Estupefactos, resignados. Así se vieron gracias a un primer plano que le hicieron a Santiago Escobar, parado en la raya, y detrás de él, concretamente recostado contra la estructura que conforma el techo del banco técnico visitante, a Leonel Álvarez. Rostros desconcertados instantes después del segundo gol “Escarlata”.
En primer plano
La expulsión de Omar Pérez se veía venir porque antes la cámara lo “pescó” reclamándole arteramente a Iván Vélez. Fue en el minuto 23 del segundo tiempo. Pérez le tiró un leve golpe a Iván, quien para hacer más aparatosa la acción se lanzó al suelo a ver si por ahí Ruiz castigaba con severidad al volante de creación argentino.
Leyendo los labios
¿Quiere saber qué le dijo Jhon Javier Restrepo a Óscar Julián Ruiz cuando este último expulsó a Omar Pérez?: “Ya no des más”. “Choronta” se le acercó al juez y claramente, leyendo sus labios, se entendió lo que le decía. El colegiado hizo caso, decretando el final de la contienda.
"Vamos a sostener el resultado", fue la frase de Carlos Valdés, defensor del América (suplente en esta ocasión) a sus compañeros titulares momentos antes de que iniciara el segundo tiempo en la boca-túnel del ahora 13 veces campeón de Colombia.
