jueves, 8 de enero de 2009

Un gol por Palestina

Por: Guillermo Puerto

Frederic Kanouté lo hizo. Fue en la Copa del Rey en el partido Sevilla – Deportivo La Coruña. Luego de anotarlo, se levantó la camiseta de su club para enseñar otra en apoyo al pueblo que se encuentra en conflicto con Israel. Lo hizo por ser seguidor del Islam y poco le importó la tarjeta amarilla que recibió por la acción. El hecho fue uno más en la protesta por la masacre de palestinos en Gaza, algo que ya se había manifestado en partidos de tenis y básquetbol en los que participaban deportistas israelitas.

La tenista israelí Shahar Peer fue la primera “víctima” de las protestas en el deporte. En un partido ante la rusa Elena Dementieva sufrió la rechifla del público, ante lo cual simplemente se limitó a decir: "no soy el gobierno de Israel y tampoco lo represento a nivel político”.

Luego vino el básquetbol. El juego de la Eurocopa entre los turcos de Turk Telekom y los israelíes de Bnei Hasharon fue anulado por protestas de unos espectadores turcos, quienes amenazaron a los jugadores de Israel. "Israelíes asesinos, fuera de Palestina”, les gritaron.

Ahora la protesta llegó al fútbol de forma pacífica. Su representante fue el delantero de Sevilla Frederic Kanouté. La relación entre el jugador y su religión es conocida por todos. Siempre que marca un gol señala al cielo agradeciendo a Alá; durante un tiempo se negó a lucir publicidad en su ropa argumentando que El Corán le prohibía despilfarrar dinero en juegos de azar; en la final de la Supercopa Europea 2006 tapó con esparadrapo el 888.com, patrocinador de la camiseta del club; cuando jugaba en Tottenham creó una fundación solidaria -Development Trust-, con la que consiguió un lugar de ayuda a la infancia en su país; y aportó medio millón de euros para adquirir la mezquita de Ad Dawa.

"Empecé a creer en la unidad de Dios, y en la igualdad de los hombres ante Dios. Estuve buscando la razón de la vida. Por qué estamos en este mundo, para hacer qué. El Islam contestaba a todas mis preguntas", contó en su llegada a España luego de ser consultado por sus inentendibles acciones.

Y ahora que el conflicto entre Israel y Palestina se intensificó, la mejor forma que encontró el futbolista francés de padres malíes, fue homenajear a su pueblo con una camiseta negra con la palabra Palestina en diferentes idiomas. Este acto recordó otros similares en pro de creencias personales como los de Muhammad Ali (se negó a acudir a la guerra de Vietnam porque según él "ninguno del Vietcong lo llamó nunca negro), Paolo Di Canio (que no dudó en agradecer con el saludo fascista el apoyo de la afición de Lazio), Christian Abbiati (que confesó que hacía suyos ciertos valores del fascismo), entre muchos otros.

Para pensar…

Mostrar tal camiseta le costó la amonestación al jugador. Por eso tendrá que pagar una multa que aún no se conoce de cuánto será. Lo cierto es que se acercará a los 500 euros (por antecedentes que ya se conocen), que podrían servir más en Gaza o en alguno de los lugares que padecen el conflicto, que en la cuenta bancaria de la Federación Española. ¿O no?