miércoles, 3 de diciembre de 2008

“El penal más insólito de 2008”

Así denominó la prestigiosa revista argentina “El Gráfico” la jugada protagonizada por Émerson Acuña el pasado fin de semana. La publicación también criticó fuertemente al árbitro del encuentro (José Luis Niño), argumentando la inexistencia de la infracción y dignificando “la tarea de los colegiados argentinos” en comparación con lo sucedido en Barranquilla. Todo un golpe teniendo en cuenta la desconfianza que últimamente han generado los arbitrajes en ese país, pero por algo será. Juzguen ustedes.

Que los jugadores opten por dejarse caer en el área en lugar de intentar una jugada que les permita anotar, no es algo nuevo en nuestros últimos campeonatos. Acciones como las protagonizadas por Juan Martín Parodi ante Millonarios, César Valoyes frente a Independiente Medellín o Johan Fano contra Boyacá Chicó, así lo demuestran.

A tal punto ha llegado la “ingenuidad” de quienes imparten justicia en el Fútbol Profesional Colombiano, que ya hasta los futbolistas extranjeros eligen con facilidad el engaño antes que otra cosa.

Pero cómo no hacerlo sí se ha demostrado varias veces que esto resulta más beneficioso que intentar eludir al rival o rematar al arco contrario. Sin ser exigente con los ejemplos, rápidamente se recuerda aquella jugada en la que Jorge Hernán Hoyos decretó una pena máxima a favor de Santa Fe, cuando éste se jugaba la clasificación a los cuadrangulares semifinales ante Deportes Tolima, en Ibagué.

En aquella oportunidad (mayo de 2007) Yédinson Palacios fue derribado por el guardameta Agustín Julio varios metros antes de ingresar al área, pero eso no importó, pues el juez central decidió sancionar la pena máxima.

Año y medio después, el arbitraje colombiano vuelve a ser protagonista a nivel mundial por decisiones insólitas como la que José Luis Niño tomó en el estadio Metropolitano, en donde claramente se observó la intención de Acuña por engañarlo, puesto que se dejó caer sin que nadie lo haya ni siquiera rozado. No había ningún futbolista rival cerca.

Lo único positivo que dejó esta situación para Colombia, es que en una decisión histórica e inédita en nuestro fútbol, la Comisión Disciplinaria de la Dimayor, argumentando “conducta incorrecta por fingir una falta”, sancionó a Acuña con una fecha de suspensión gracias al video de la acción (una menos que la recibida hace unos meses por Alberto Gilardino, quien engañó al árbitro metiendo un gol con la mano).

Habrá que ver qué pasa también con el árbitro y con todos aquellos que de ahora en adelante sigan optando por el camino fácil (o difícil pues hay que ver qué tanto se practican ese tipo de lanzamientos dentro del área para que salgan tan creíbles en el partido) del engaño. Por ahora, que cada uno saque sus conclusiones de la acción del Piojo.

1 comentario:

Sebastián Dávila dijo...

Susmercedes, eso fue un acto canalla de mal fútbol. Esta tarde cuando escuché la noticia que le habían dado una fecha, me dije -fueron muy blandos- esto no se debería permitir y el jugador por falta de profesionalismo debería pagar mínimo con 5 fechas. Pero una fecha es una mentira de castigo, no sé qué piensen ustedes.

En cuanto al nivel del arbitraje creo que el fútbol colombiano se merece unos arbitros de su mismo nivel.

Los invito a que conozcan Crónicas de Estadio

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