Qué bacano estar en el AC Milan

-¿De qué equipo vienes?- preguntó Ancelotti.

- Del Deportivo Cali.
-¿Y en qué equipo estás ahora? -
Sin titubear, con plena confianza, respondió: En el AC Milan.

El entrenador Carlo Ancelotti se marchó con una sonrisa y Jhon Kennedy Hurtado, lleno de confianza, concluyó de esta manera su primer día de entrenamientos en la sede deportiva de Milanello, pensada exclusivamente para ser albergue de las más sofisticadas sesiones de entrenamientos dignas de un plantel cinco estrellas y a las que llegó un colombiano oriundo de Palmira (Valle del Cauca) dispuesto a quedarse.

La ambiciosa estructura se levanta a 50 kilómetros de Milán y está próxima a la ciudad de Varese. Ocupa 160 mil metros cuadrados entre verdes pinares y un bello lago. Seis campos de fútbol con las medidas reglamentarias, uno de césped artificial, un campo cubierto (también con grama artificial) y una cancha reducida, cercada por muros de concreto de 2.30 metros y cubierta por una verja de 2,5 metros apodada ‘la caja’ (los jugadores corren mucho porque el balón nunca sale) integran el repertorio de canchas donde diariamente futbolistas aficionados y profesionales se preparan para sus múltiples competencias.

Oficinas, cuartos de dormir, sala de prensa, más oficinas administrativas, comedores, restaurantes y el gimnasio, modernísimo y ejemplo para los demás clubes del mundo, terminan la composición de Milanello. Todo pintado de rojo y negro, colores distintivos del equipo que ha levantado 17 veces el trofeo de campeón entre torneos nacionales y scudettos. El sueño de esta sede deportiva se cristalizó en 1963 y gracias al actual dueño del equipo, Silvio Berlusconi, es uno de los orgullos del Milan y también del fútbol italiano, puesto que allí se ha preparado el seleccionado nacional para las Eurocopas de 1988, 1996 y 2000.

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John Kennedy Hurtado pisó suelo transalpino después de un exhaustivo viaje que no fue del todo normal. Su equipaje se perdió (tenía 5 pares de guayos), siendo este el primer escollo que amenazaba su pretensión profesional de jugar en Europa. Por fortuna Milan estuvo al tanto de lo acontecido y si bien aún no se sabe nada sobre el paradero del equipaje, John ya tiene uno nuevo, seguramente mejor que el preparado en Colombia, con todos los distintivos oficiales que identifican a un jugador del AC Milan.

La confirmación del viaje a Milanello ocurrió en diciembre de 2008, cuando el representante Helmuth Wennin arregló los últimos detalles. No había rumores. Estaba planificado una visita a Italia donde debía estar unos días entrenando. Luego, con más argumentos, directivos y técnicos del popular club lombardo tomarán la decisión acerca de su permanencia.

Después del empate a dos goles con Roma por la Serie A italiana, la plantilla completa que orienta Carlo Ancelotti se reunió para entrenar. Uno a uno aparecieron las estrellas de la institución. John los miraba con ilusión. Creía que más tarde a lo mejor se toparía con alguno de ellos cuando, tamaña sorpresa para él, le fue informado que su primera prueba era al lado de los profesionales. Estuvo en el camerino sentado al lado de Paolo Maldini, su ídolo de siempre, se rió con los chistes de Ronaldinho. John contó que lo recibieron como a uno más de la familia, a él y al lateral izquierdo brasileño Thiago Silva, quien oficialmente se unió a su nuevo club. Ahora sí, listo para demostrar sus condiciones.

El despliegue mediático alrededor del club 'rossonero' poco ha glosado sobre John Kennedy, llamado así por sus padres, profundos admiradores del asesinado ex presidente de los Estados Unidos, que en 1961 visitó Colombia con motivo de extender el brazo humanitario de su programa Alianza para el Progreso. Kennedy, el futbolista, se siente orgulloso de su nombre y para nada se sonroja cuando sus amigos y parientes más cercanos (especialmente los mayores porque los más jóvenes le dice a él y a su hermano ‘Los Cucas’) evocan con orgullo el nombre con el que lo bautizaron.

Jugó con Real Cartagena a nivel profesional. Antes había estado en Unión Magdalena y un par de clubes más adscritos a la Primera B: Centauros y Expreso Rojo. Sin mucha pompa llegó a Deportivo Cali, generalmente acertado en fichar talentos juveniles. Kennedy tardó poco en ganarse la titularidad. Con sus 1.81 metros de estatura y 79 kilogramos de peso se caracteriza por ser potente y veloz. Hábil en el marcaje hombre a hombre, cualidades que ya estaban en boca de la prensa deportiva y de los veedores del Milan, quienes para ese entonces, hace ya unos 8 meses, revisaban con sigilo cada una de sus actuaciones. Se trataba de un talento en potencia, aunque aún tenía mucho que aprender. A sus 24 años es consciente de eso y por tal motivo cuando Eddi Marlés, representante colombiano del Milan, les dijo que antes de firmar el contrato tenía que pasar una prueba, no hubo reproche alguno.

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No era una prueba más. Se trataba de un reto. Trotar al lado de un consumido defensor como Paolo Maldini, ése al que John no se cansaba de elogiar cuando lo veía por TV, fue el primer sueño cumplido. Jamás imaginó que la prueba empezaría así. Creía que la tendrían con los juveniles.

Lo primero que hizo John fue un test físico. Trotar por los paisajes de Milanello lo hizo sentirse como uno más de la casa. Luego llegó el turno del balón. Ancelotti quería ver su fútbol en la defensa y qué manera de probar sus condiciones que asignarle la marca del experimentado referente del equipo Filippo Inzaghi. Le fue bien. Sin nervios y muy concentrado concluyó su primer día de labores.

Tiempo después, mientras descansaba después de haber recibido la visita de su compatriota Nelson Rivas, espigado defensor que milita en el club vecino, el archirrival Inter de Milán, John recibió una llamada de Colombia. Los periodistas de Antena 2, pendientes de su situación, querían conocer más detalles. A Hurtado se le notaba la alegría y así como fue sincero al cruzar palabras con Carlo Ancelotti, espetó que “estar acá es una bacanería”.

Para pensar…

Fue un acierto de los representantes de John Kennedy Hurtado el haber obtenido directamente el contacto con el AC Milan, ya que es habitual que los futbolistas colombianos, para dar el salto al Viejo Continente, primero tienen que saltar el trampolín de la liga argentina o mexicana. Esta vez sucedió sin ningún intermediario.

¿Podrá John Kennedy Hurtado agradar con su fútbol al director técnico Carlo Ancelotti?

Quién es mejor: ¿Nelson Rivas o John Kennedy Hurtado?